Nuestra acción pastoral
Animar, coordinar y orientar desde la fe, la doctrina de la Iglesia y el carisma de Schoenstatt, la vida y el quehacer pedagógico de la comunidad educativa.
La Pastoral del Colegio Monte Tabor procura animar, coordinar y orientar desde la fe, la doctrina de la Iglesia y el carisma de Schoenstatt la vida y el quehacer pedagógico de la comunidad educativa. Según eso, la tarea específica de la pastoral es propiciar la creación de una atmósfera o estilo de convivencia, signo de la presencia y el encuentro con Dios y con María, que haga posible que cada persona pueda desarrollarse integralmente. En ese sentido, todo cuanto se realiza en el colegio tiene una correspondiente dimensión pastoral. Por lo mismo, todos los miembros de la comunidad educativa participan, cada uno según su realidad y vocación, en la pastoral.
No obstante, la Pastoral tiene también una estructura que articula todo el quehacer pastoral dentro del colegio, vale decir, planificación y realización de las actividades pastorales (Departamento Pastoral).
Itinerario pastoral
Que recorre todas las etapas y todos los cursos
A lo largo de toda la vida escolar, en el colegio Monte Tabor- Schoenstatt queremos suscitar en nuestros alumnos la adquisición y vivencia de una serie de valores. Queremos aprender su significado, y vivirlos integrados en la vida cotidiana, tanto en nuestra relación con Dios como con los demás.
Estos valores están secuenciados e integrados en un itinerario de acción pastoral y tutorial, de manera que puedan llegar a ser un aprendizaje significativo y formativo, convirtiendo los hábitos en actitudes interiores que orienten al alumno hacia unos ideales elevados, en lo personal, en lo social y en lo religioso.
Educación infantil
En la etapa de Educación Infantil, el alumno se acerca a la figura de la Virgen María, dada la especial relevancia que tiene para el niño de esta edad el amor maternal, la figura de la Madre. A lo largo de la etapa, contemplan la vida de la Virgen, modelo de todas las virtudes, a la que les resulta fácil transparentar en su propia madre.
Terminan esta etapa con el mensaje claro: “Somos hijos de la Reina”, conscientes de su dignidad de hijos de Dios, que aunque pequeños, los ama y los necesita como hijos ayudantes.
Educación primaria
En la etapa de Educación Primaria, el hilo conductor de todo el programa de valores es profundizar en el conocimiento de Jesús y cultivar una amistad fuerte con Él, que es modelo y referente de todos los valores y actitudes que queremos vivir en nuestro colegio.
Toda la etapa de Primaria quiere ser un camino de amistad y de conocimiento cada vez más profundo con Jesús, reviviendo lo que se dio en el pasaje del Monte Tabor. Allí, los apóstoles conocieron a Jesús en toda su Gloria, en su Humanidad y Divinidad, y solo pudieron exclamar: “¡Qué bien estamos aquí!”.
Eso queremos transmitir a nuestros alumnos a lo largo de toda la etapa: Con Jesús, estamos bien, queremos conocerle y permanecer con Él para siempre.
Educación secundaria
En la etapa de Educación Secundaria, queremos conducir y acompañar a los alumnos en el proceso de la educación de su personalidad, en un camino de autoconocimiento, a través de la reflexión y la introspección. Desde el punto de vista evolutivo, los adolescentes experimentan muchos cambios físicos, psíquicos, emocionales y aumenta la capacidad de pensamiento crítico, pudiendo cada vez más hacerse dueños de sí mismos.
Tiene especial relevancia en esta etapa la educación de la libertad, intrínsecamente unida a la responsabilidad por las decisiones tomadas.
Bachillerato
Desde el final de la secundaria, y en la etapa de Bachillerato, queremos hacer especial énfasis en el aporte original que cada uno puede hacer, y en el concepto de responsabilidad social. Se trata de que los alumnos se abran a realidades diversas que hay a su alrededor, en las que puedan colaborar, aprendiendo a donarse a sí mismos, y entendiendo su elección vocacional y su ya próximo desempeño profesional como una vocación de servicio a la sociedad.
MODELO ORGÁNICO AL SERVICIO DE LA PERSONA
Es un modelo que parte de la originalidad del alumno y busca su desarrollo pleno, de dentro hacia fuera, abarcando de forma integral la persona en todos sus ámbitos (cognitivo, psicoafectivo, corporal, espiritual…) a través de la pedagogía de los vínculos y los ideales.
Para el Padre Kentenich “educar es aceptar, suscitar y dar vida”. Esta frase vertebra y sintetiza nuestro modelo que educa a la persona en relación a su vida interior, en relación con los demás y en relación con y para el Mundo. El profesor que educa es aquel que acoge la vida del alumno, despierta en él su motor interno y le ayuda a dirigir sus esfuerzos hacia el crecimiento personal, el aprendizaje y el descubrimiento de su misión.
Nuestro plan formativo propone ideales formulados en forma de lemas teniendo en cuenta la perspectiva natural del niño en cada etapa evolutiva. Ellos aseguran por un lado un hilo conductor profundo que interpela a la persona desde su ser y promueve la conquista de valores. Y, al mismo tiempo, permean y se nutren de forma natural en los diferentes ámbitos del modelo (académico, pastoral, tutorial, y vida escolar)
